En Andalucía, las asociaciones medioambientales y conservacionistas trabajamos de manera altruista por la preservación de nuestra biodiversidad y la protección de nuestros ecosistemas. Lo hacemos sin apoyo ni ayuda económica por parte de la Junta de Andalucía, a pesar de que estas tareas deberían ser responsabilidad de la propia administración pública.
Sin embargo, lejos de facilitarnos el camino, nos encontramos con constantes trabas burocráticas, administrativas y técnicas que no solo dificultan nuestro trabajo, sino que muchas veces nos quitan las ganas de seguir luchando por el medio ambiente.
Cada proyecto que sacamos adelante es un esfuerzo titánico. A pesar de las barreras que nos imponen, seguimos comprometidos porque creemos en un futuro más verde para nuestra tierra. Pero, ¿hasta cuándo podremos continuar así? El medio ambiente andaluz no puede permitirse que quienes lo defendemos de manera desinteresada estemos solos en esta lucha.
Necesitamos un cambio. Que la administración deje de ser un obstáculo y se convierta en un aliado para la conservación de nuestro patrimonio natural. Porque el futuro de nuestra naturaleza está en juego, y no podemos permitirnos perderlo.
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